
Con el equivalente al valor alcanzado ayer por Inditex en la Bolsa, la comunidad autónoma de Galicia podría funcionar a lo largo de todo un trienio con presupuestos anuales nunca vistos y que, por la mala evolución económica, se tardarán en ver: más de 12.000 millones de euros anuales, cuando ahora el titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, hace cábalas ante las restas que vienen de Moncloa para prestar todos los servicios en 2011 con unos mil quinientos millones menos que en el ejercicio en curso.
Muchos analistas se han tenido que comer sus malos augurios sobre la multinacional textil que pilota, sin que aparezcan vías de agua reseñables, Pablo Isla, vicepresidente y consejero delegado. Inditex ha logrado consolidar en el parqué una capitalización que supera los 36.028 millones de euros, más de seis billones de las antiguas pesetas.
Es la quinta compañía que más vale entre los 35 grandes del parque, el Ibex, por delante de Iberdrola. Tiene de nuevo al alcance a BBVA, cuarto a poco más de trescientos millones, e incluso la tercera, la multinacional del acero Arcelor Mittal y sus 40.000 millones estarían a tiro a corto plazo. Santander o el líder Telefónica quedan lejos.
El porvenir, sin embargo, es favorable. La Unión de Bancos Suizos (UBS), que receta vender títulos de su competidora HM, avala sin embargo una Inditex a 60 euros, 2,20 por encima del cierre de ayer. Hay, por tanto, recorrido al alza.
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