Que el sueño de unos grandes beneficios no rompa su cántaro

La bolsa ya descuenta que las ganancias de las empresas crecerán los próximos dos años. Tanto, que existe el riesgo de que algunos valores decepcionen expectativas que son exigentes.

Que las bolsas estén más pendientes de cómo China recorta la capacidad de sus bancos para conceder crédito, mientras que al otro lado del mundo Barack Obama da un toque de atención más que serio a las entidades financieras, está dejando en un segundo nivel de atención que los parqués se encuentran en plena presentación de resultados.

Pero eso no quiere decir que esos números no sean vitales para dar o quitar sostén al rebote que la bolsa acumula desde sus mínimos, y para empezar a dilucidar si realmente la renta variable comienza a estar cara, o no. O, más bien, para arrojar algo de luz sobre qué valores son una oportunidad atractiva y cuáles no. Porque, a diferencia de lo que había pasado a lo largo de 2009, cuando trimestre a trimestre siempre se batían las previsiones; ahora algunos nombres propios están dando disgustos, aunque en su conjunto sí se están rebasando las estimaciones.

El cuento de la lechera
En Estados Unidos, los jarros de agua fría los han lanzado las cifras de Alcoa o Morgan Stanley, que han sorprendido a un mercado que ya no era nada pesimista con los beneficios de las compañías. La tónica general en los últimos meses (inductora de una parte importante del ascenso de la bolsa en los últimos meses) han sido las mejoras continuadas de las previsiones de resultados, que ha colocado los listones de expectativas más altos.

En los últimos seis meses, la estimación de ganancias media para las compañías del índice norteamericano Dow Jones se han incrementado un 5 por ciento para 2009; un 12, para 2010 y un 10 por ciento para 2011. Europa también ha visto una etapa álgida en revisiones. Las compañías del Euro-Stoxx 50, sin embargo, sólo han conseguido que las firmas de inversión hayan mantenido sus previsiones de beneficios para el periodo comprendido entre 2009 y 2011 respecto a las que estimaban a mediados de julio.

El resultado de dichas modificaciones es que, en este momento, la estimación de crecimiento del beneficio por acción en Estados Unidos a doce meses -de un 29 por ciento- es la más alta desde 1995. Pero, a la vez, ya existen algunos avisos para navegantes, por ejemplo, en el Ibex 35. Por primera vez desde septiembre, las expectativas de incremento a doce meses de las ganancias por acción se ha contraído. Ahora se espera una mejora del 14 por ciento, cuando a finales de año era del 14,8 por ciento.

Si bien es una reducción mínima y que no se ha trasladado al S&P 500 (está relacionada con el impacto que en los resultados de las grandes empresas españolas pueda tener la devaluación de la divisa venezolana), es, al menos, una alarma para mantenerse alerta. Algunos expertos sostienen que una vez que las previsiones de beneficio se han ajustado a un contexto de recuperación económica, la fortaleza de ésta es la que verdaderamente se encargará de hacer crecer los beneficios. "La mejora de resultados está sustentada sobre unos planes de recorte de costes muy agresivos, que no van volver a producirse", apunta Damián Querol, director de análisis de Banco Gallego. A partir de ahora, especialmente de la segunda parte del año, va a ser muy importante que se crezca en ventas porque una optimización de márgenes adicional es compleja.

Ciclo a favor, ¿está en precio?
El debate, en cualquier caso, está abierto. Algunos expertos, como los de Citi defienden que "es un poco pronto para preocuparse por el crecimiento de los resultados". "Esperamos una recuperación global de los beneficios del 35 por ciento en 2010 y del 22 por ciento en 2011", pronostican los analistas de la firma estadounidense. "El mayor test a los resultados se producirá en la parte media del ciclo, tal vez en 2012 o 2013", indican.

La media de firmas de inversión estima hoy que en 2011 las ganancias de las empresas que forman parte del Dow Jones de industriales serán un 43 por ciento más altas que las obtenidas en 2008; que en el EuroStoxx la mejora acumulada en tres ejercicios será del 50 por ciento y que dentro del Ibex 35 el incremento medio respecto a 2008 será del 14 por ciento. Desde Banco Gallego indican que algunas de estas previsiones ya son exigentes; y reconocen que existe riesgo de que se produzcan revisiones a la baja de las estimaciones para 2010 "especialmente en el primer y segundo trimestre".

Y hay quien tiene todavía las cosas más difíciles para satisfacer ahora al mercado. La expectativa de crecimiento de determinados valores es especialmente alta. Si bien esto es un punto a favor para ellos, ya que los analistas pronostican un mayor crecimiento que para el resto, puede ser un inconveniente en el futuro, al esperarse mucho de ellos. Es decir, que son más susceptibles de decepcionar si no alcanzan las estimaciones por las esperanzas que han generado. Algo que normalmente, cuando sucede, provoca descensos en el parqué.

El caso más claro es el de la banca estadounidense. En el Dow Jones de industriales las previsiones de crecimiento más fuertes en resultados se anticipan para Bank of America y JPMorgan. Las acciones de estas dos compañías descuentan que en 2011 sus beneficios serán un 470 y un 250 por ciento superiores a los logrados en 2008.

La nueva regulación que quiere aprobar Barack Obama puede convertir esos resultados en algo parecido al Cuento de La Lechera. Es decir, que de soñar con una mejora tan importante del negocio, al final el cántaro se rompe y el sueño queda estropeado por haber estado aderezado con humo.

De hecho, la mayoría de las compañías en las que está previsto que más crezca el beneficio en el Dow Jones respecto a 2008, mayoritariamente han estado tocadas por la varita de las fuertes revisiones alcistas; especialmente significativas para el año 2009, pero también muy fuertes para otros ejercicios, como, por ejemplo, en el caso de Intel.

El riesgo de decepción no pende sólo sobre la bolsa norteamericana. En la europea y en el grupo de grandes valores de la zona euro también existe un grupo de títulos que se destaca por una expectativa más alta de crecimiento de las ganancias. La mayoría de ellos, además, son representantes del sector financiero -Axa, Credit Agricole, Assicurazioni Generali-. En todas las compañías que se espera que mejoren con más fuerza su beneficio a medio plazo, la previsión es que en 2011 hayan conseguido multiplicar por dos o tres veces el obtenido en 2008. Una expectativa que se ha conseguido después de una importante mejora de las estimaciones a lo largo de los últimos seis meses. No obstante, por el momento, la media de analistas no aconseja adquirir ninguna de las acciones de estas empresas, incluso aconseja desprenderse de los títulos de la aseguradora Generali.

El mercado español tampoco escapa a estimaciones de crecimiento altas, aunque comparativamente con los anteriores índices son más conservadoras. Dentro del Ibex 35, sólo en el caso de Iberia se prevé un beneficio que multiplique en 2011 al obtenido en 2008. Para el resto, las mejores expectativas indican crecimientos en tres ejercicios que van del 50 al 40 por ciento. En el caso español, además, las revisiones alcistas en estimaciones sólo se han producido en Criteria y Abengoa.

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