Los contratos por diferencias, una vía para reducir riesgo

La volatilidad campa en la bolsa y muchos inversores quieren proteger su cartera de los vaivenes del mercado. Los contratos por diferencias (CFD) son una fórmula de cobertura. Permiten disminuir la pérdida de valor de los activos por movimientos adversos en los precios, indica Sara Carbonell, de CMC Markets. Sólo hay que apostar por estrategias contrarias en acciones y en CFD.


«Los contratos por diferencias replican el precio del subyacente. Si tenemos en cartera acciones de algunas compañías que pensamos que van a caer, pero no queremos deshacernos de ellas (puede ser que sean retribución en especie, stock options, con un plazo para venderlas; que creamos que el movimiento a la baja es temporal, o que no interese vender por motivos fiscales), podemos ponernos cortos a través de CFD en esos valores. Así ganaríamos con la bajada en la cotización». Si suben se gana con las acciones lo que se pierde con CFD y viceversa (ver ilustración).

Ventajas
Una de las facilidades que ofrecen los contratos por diferencias es que con un CFD se puede tener exposición a un índice. Posibilita cubrir una cartera de blue chips europeos con el contrato por diferencias del índice al que pertenezcan. Los expertos aseguran que la cobertura con CFD es más barata que con otros derivados, debido a que no exigen el pago de una prima, como las opciones, y ni dependen del valor en mercado de su vencimiento. Sólo están ligadas al movimiento en el precio del subyacente.

Los CFD permiten invertir desembolsando sólo una pequeña parte de lo que costaría el activo en mercado. Pero esto implica que se puede perder más dinero del depositado. Este riesgo se puede controlar con los distintos tipos de órdenes. Carbonell advierte que para que la cobertura merezca la pena, se deben comparar los costes con la posible pérdida. «No tiene sentido cubrir un riesgo menor al coste de la operación». Además de acciones, se pueden realizar coberturas de tipos, materias primas, etcétera.

Consideraciones de estos productos
En los CFD un inversor y una entidad acuerdan intercambiar el precio de compra y venta de un activo.

Una de sus ventajas es que permiten ganar apostando a la baja y al alza y acceder a una amplia gama de activos.

Permiten invertir desembolsando sólo una parte de lo que costaría el activo en el mercado.

Ganar con la caída del precio del cobre
IG Markets sugiere una estrategia bajista sobre el cobre a través de CFD sobre los futuros de este metal en el mercado Comex. Propone vender un contrato en 336,5 dólares (la cotización del cobre), para lo que se requiere una margen de garantía de 1.215 dólares.

Cuando el cobre vuelva a alcanzar el nivel de cotización previo a los terremotos de Chile, en 320 dólares (supone bajar un 5,3% respecto al precio actual), el inversor obtendría un beneficio de 1.650 dólares (1.200 euros). Supone una rentabilidad sobre la cantidad invertida del 136%.

El cobre es el tercer metal más utilizado del mundo, por detrás del hierro y el aluminio. Chile es el mayor productor de este metal y alberga la tercera parte de la producción mundial. Tras los recientes terremotos sufridos en Chile, se especuló con que varias minas estuvieran afectadas y la cotización subió, pero se ha estabilizado. Ahora se teme una menor demanda de China y la UE y puede perjudicarle la subida del dólar.

Apostar por la buena racha de Neonet
Neonet es una empresa financiera sueca de brokerage. Aprovechando la racha alcista que vive desde el inicio del año, sube un 33,3%, CMC Markets cree que puede ser una oportunidad de inversión comprando CFD sobre el valor. Karim Rezc, de CMC, aconseja colocar un límite de pérdida, o stop loss, en 17,90 coronas suecas. Es donde la cotización presenta un soporte importante. El precio objetivo sería 19,60 coronas, que es la resistencia más próxima del valor.

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