Wall Street no tiene claro el color de sus apuestas

Los indicadores de la Bolsa de Nueva York avanzan sin rumbo fijo en el ecuador de la sesión. Los inversores se debaten entre apostar por las compras aprovechando los favorables datos llegados desde el mercado inmobiliario o decantarse por la prudencia dada las turbulencias financieras de la zona euro. El repunte del dólar también juega en contra de la renta variable.
A medias sesión se imponen las tendencias mixtas. El Dow Jones de industriales es el único que se adentra con cierta firmeza en terreno de ganancias y se anota un 0,36%, hasta 10.173 puntos. El tecnológico Nasdaq Composite apenas suma un 0,04%, hasta 2.258 puntos, mientras que el selectivo Standard & Poor's 500 se mueve en negativo con recortes del 0,13%, hasta 1.088 puntos.

Antes de que el mercado abriera sus puertas los futuros de Wall Street anticipaban un arranque de sesión teñido de rojo, como así fue en los primeros minutos de la jornada. Tras el parón festivo por el Día del Veterano la principal bolsa del mundo regresaba al trabajo con pocas ganas de asumir riesgos.

No obstante, la publicación de unos favorables datos macroeconómicos invertía la tendencia del parqué y permitía a las plazas del Viejo Continente remontar posiciones. En el caso del Ibex 35, el selectivo español se repuso de las pérdidas de hasta el 3% que sufrió por la mañana y terminó el día cerrando con recortes del 0,6%.

La Bolsa de Madrid se hizo eco de la mejora que experimentó Wall Street nada más conocer el repunte de los gastos en construcción correspondientes a abril. En dicho periodo se registró el mayor alza mensual de los últimos diez años, un 2,7%, hasta situarse en tasa anualizada de 869.100 millones de dólares.

El ritmo de mejora sorprendía a analistas y mercados, que esperaban que el indicador se mantuviera sin cambios respecto a marzo, dato que, por cierto, se revisó al alza desde una subida del 0,2% hasta el 0,4%. Desde agosto de 2000 el gasto en construcción no marcaba un ritmo de crecimiento tan fuerte.

La otra referencia macro del día fue el ISM manufacturero de mayo, que pese a registrar un balance negativo, la caída experimentada fue menor a la pronosticada por los expertos. El dato se redujo hasta una lectura de 59,7 puntos, desde los 60,4 puntos de abril. Los analistas esperaban un recorte hasta 59 puntos.

La inyección de optimismo que suponía para los inversores la publicación de estos datos fue perdiendo efecto a medida que transcurría la sesión, en gran parte por el giro experimentado en el mercado de divisas. El euro, que había agradecido los datos macro de EEUU con una escalada frente al billete verde, se da la vuelta en el ecuador de la sesión de Wall Street y vuelve a ceder terreno frente al dólar, que sube un 0,22%.

En el plano empresarial hoy son noticia Hewlett-Packard(+1,1%), AIG (-1%) y BP (-12%), habitual ésta última de las portadas de los periódicos desde que originó la fuga de crudo en el Golfo de México.

La petrolera es una de las más castigadas hoy en Wall Street. Los inversores no muestran piedad alguna con la compañía después de que todos los esfuerzos por controlar el vertido de crudo estén siendo en vano. Otras empresas del sector, como Halliburton (-12%), pagan los platos rotos y se registran importantes caídas en la Bolsa de Nueva York.

Hewlett Packard, por su parte, ha anunciado que eliminará unos 9.000 empleos y gastará unos 1.000 millones de dólares en la automatización de sus centros de datos comerciales en una reestructuración que durará varios años. En el caso de AIG, la aseguradora cae en bolsa después de rechazar la rebaja en la oferta de compra de Prudential por su unidad de seguros asiática.

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