Juan Pablo Córdoba Garcés, analiza La Bolsa de Valores de Colombia, la Volatilidad, incertidumbre, alerta y dolor de cabeza, son algunos de
los elementos que agitan las aguas turbulentas por las que comienza el
año la Bolsa de Valores de Colombia (BVC).
La
acción estrella del mercado, Ecopetrol, cayó 43,8% en 2014; su par
Pacific Rubiales bajó 55,4%; pero la más castigada del sector fue la de
Canacol con una reducción de 61,3%
El principal termómetro de la BVC, el Índice de
Capitalización de la Bolsa de Colombia (Colcap), cerró el año con
números en rojo: 5,8%. Sin embargo, mientras unos lloran otros venden
pañuelos.
Aunque las ganancias no están ni cerca a las
desvalorizaciones de las petroleras, la mitad de los principales títulos
del Colcap pasaron el año, el de mayor valorización fue Preferencial
Bancolombia (22,1%, seguido de Preferencial Davivienda (18,8%) y Grupo
Sura (18,7%).
En diálogo con este diario, el presidente de la
BVC, Juan Pablo Córdoba Garcés, hace un balance de lo bueno y lo malo
que dejó el 2014 para el mercado y los desafíos para este año, que no
son menores, en especial sobre una nueva reforma tributaria y la
consolidación del Mercado Integrado Latinoamericano (Mila).
- Comencemos por lo bueno, que son los más de $10 billones en emisiones de bonos en 2014...
Tuvimos un año muy bueno en emisiones de renta variable y renta fija.
Son más de $10 billones en bonos, que es una cifra muy importante en
términos de emisiones. Es el segundo año con mayor emisión en Colombia,
lo cual nos llena de satisfacción. También hubo un buen equilibrio entre
las emisiones del sector financiero y el sector real. De nuevo es una
señal de la repuesta que tienen los inversionistas para apoyar esos
planes de financiación de las empresas colombianas, que es de lo que se
trata el mercado de capitales.
¿Qué repercusiones tiene para el mercado el ingreso de México al Mila?
Como nos habíamos propuesto para 2014 estaba la incorporación de México
al Mila. Había varios retos desde las aprobaciones y la expedición de la
normatividad y eso se logró en el curso del año. El otro reto era poner
a punto las plataformas de los cuatro mercados y eso se logró a
principios de diciembre. Es muy satisfactorio que lográramos esa meta,
con esto el Mila se convierte en el mercado más grande por
capitalización bursátil en América Latina, incluso mucho más que Brasil
por los movimientos y precios de los últimos meses. Y en número de
emisores también es la plataforma más grande. Tenemos el reto de
aumentar la liquidez en todos estos mercados y precisamente lo que busca
el Mila es integrarnos y poder construir de manera conjunta el
crecimiento de los mercados. Cada año vamos cumpliendo con un hito.
¿La presidencia de la Federación Mundial de Bolsas qué representa para el mercado colombiano?
Es un hecho muy destacable, es un reconocimiento a la trayectoria que ha
venido teniendo el mercado de capitales. Ahora hay una responsabilidad
enorme encabezando la Federación Mundial de Bolsas para que la industria
bursátil tenga una voz más fuerte en el debate a nivel internacional
sobre la regulación. Colombia va a tener una participación destacada.
Con la caída del Colcap, hay muchos que dicen que se perdió el año en la BVC...
Fue un año complejo, porque desde el punto de
vista de los mercados hubo una tremenda volatilidad. En enero los
mercados sufrieron unas pérdidas bien significativas, luego hubo una
recuperación muy fuerte en agosto y a partir de septiembre con las
perspectivas de un menor crecimiento económico a nivel global y la caída
del precio del petróleo se generó también un escenario de pérdidas
nuevamente. Lo importante es que en los últimos días estamos viendo
recuperación.
Para el mercado colombiano hay buenas noticias. Particularmente en el
frente regulatorio se lograron hechos importantes como la regulación de
todas las operaciones de mercado monetario (repos y simultáneas), el
Gobierno expidió una normatividad y la superintendencia autorizó los
reglamentos. Eso le da tranquilidad a los inversionistas.
El otro frente son las emisiones primarias de
acción con ajuste a la normatividad. Lo que se busca es que haya la
mejor información en el momento de la colocación. Esto permite que
Colombia cumpla con prácticas internacionales y sea realmente el mercado
el que pone el precio de las emisiones y no el emisor de manera
exclusiva.
Las acciones muestran que son una buena
predicción de la desaceleración de la economía, ¿usted cree que el
Colcap está diciendo algo sobre el futuro económico?
Sin duda los índices
accionarios son un termómetro de lo que pasa en la actividad económica.
En la coyuntura puntual de Colombia en estos meses desafortunadamente
hemos estado más afectados por el precio del petróleo que por los
indicadores de la actividad económica. Las empresas petroleras que son
importantes en el índice han tenido caídas del 40% que obviamente eso ha
tenido un impacto significativo. Si uno corrigiera el índice eliminando
el efecto de las petroleras tendríamos un crecimiento positivo. Lo que
uno ve es que hay un comportamiento disímil entre las petroleras y el
resto. Si bien hay algunas empresas que han tenido disminuciones
recientes todavía tienen valorizaciones en sus precios en el año que
terminó.
Ahora hablemos sobre la solución a las
plataformas para operar desde internet, pues el mercado sigue con la
incertidumbre de futuros inconvenientes...
Primero hay que destacar que la plataforma que tenemos es de
extraordinarias características y excelente desempeño. Desde el 2008 no
habíamos tenido ningún inconveniente, es de altísima disponibilidad y
muy robusta y nos sentimos muy cómodos. Yo no quisiera dejar ninguna
sombra de dudas sobre la idoneidad de la plataforma, que incluso se
utiliza a nivel global y es prevista por Nasdaq y así Colombia está a la
par con los mejores mercados nivel global. El equipo técnico es de
altísima credibilidad y tenemos superado los desafortunados eventos.
Esta nueva versión de la plataforma es clave para el mercado porque nos
permite también adoptar el mejor estándar internacional para el
enrutamiento de órdenes. Ya con esto, tenemos ese nuevo protocolo y hay
que trabajar rápidamente en la migración de nuestros clientes y usuarios
al protocolo nuevo, que es el que va a dar mayor estabilidad y con
altos estándares de calidad.
¿Ese mercado son los comisionistas, para que el cliente haga las operaciones con la nueva tecnología?
Sí, nosotros hemos planteado que vamos a dejar vigente un año más la
plataforma anterior con la idea de que hagan la migración, pero
evaluando los eventos recientes, es que se acelere el proceso de
migración al nuevo protocolo. Ese es el proceso a partir de enero para
entregarles a todos los usuarios un mejor servicio.
¿Cómo están los costos de operación en el país frente a las otras bolsas de la región?
La industria ha venido sintiendo la presión de los mercados porque
obviamente todos queremos que crezcan y así reportar menores costos.
Colombia está en un punto medio en la región habiendo mercados como
México y Chile que son muy competitivos en términos de tarifas y otros
que son más costosos que Colombia como Brasil y Perú. El reto importante
es que tenemos todo para crecer los volúmenes y aumentar el tamaño
porque eso nos va a permitir generar más estímulos y mejorar la
estructura de costos en toda la cadena de valor.
¿Con la entrada del Mila se unificarán las tarifas?
No en el corto plazo porque las características de cada mercado son
diferentes. El Mila es un esquema en que cada mercado mantiene proceso y
regulación independiente. No nos parece descabellado que a mediano y
largo plazo sea uno de los horizontes no solo en temas tarifarios sino
en avanzar más en armonización regulatoria para emisiones primarias, la
información que tienen que entregar los emisores al mercado, prácticas
de Gobierno Corporativo, entre otros.
¿Cuál es la expectativa de nuevos emisores este año?
Nosotros mantenemos nuestra meta de cinco emisiones, ya sea nuevos, o
existentes que amplían la participación en el mercado. Esperamos que la
podamos lograr.
¿Quedó contento con la reforma tributaria?
Digamos que el tema no es si Juan Pablo Córdoba
está contento o no. Yo lo que he planteado siempre es que el impuesto al
patrimonio, a la riqueza, para combatir la pobreza, o como lo quieran
llamar gravando patrimonio de las empresas es una tremenda equivocación.
El que no queda contento es el país porque son las empresas las que
generan empleo, inversión, actividad económica y es muy desafortunado
que el Gobierno continúe con una versión un poco demagógica de llamar a
las empresas “ricos” y cobrarle impuestos a las empresas, que en un
entorno global tienen que salir a competir. La tristeza no es para mí
sino para el país.
Nadie ha dicho que las empresas no deban pagar impuestos, de hecho las
que se constituyen formalmente y que están haciendo la tarea bien, ya
están con una carga tributaria altísima, porque Colombia no es
competitiva por el lado de los impuestos. El problema del sistema
tributario es que hay muchas empresas que se apartan de cumplir con
todas su obligaciones del lado formal y que la gestión de la Dian en
incorporar nuevos contribuyentes escapa la red del recaudo y hace que
sea injusta la forma como se están cobrando los impuestos en Colombia
porque a unos les cobra muchísimo y a una gran mayoría de empresas y
personas no se les cobra.
La discusión importante es esa y el sistema tributario debe dar un paso
adelante y sincerarnos porque las empresas tienen que competir a nivel
global y tener una carga tributaria razonable que se los permita. Tanto
la legislación como la administración tributaria tienen que avanzar para
que no sean unos pocos los que pagan, sino que todos los colombianos
contribuyamos al desarrollo del país.
¿Cómo se puede materializar en la próxima reforma tributaria lo que usted pide?
Lo bueno de este debate es que quedó esa conciencia que cargar la mano a
los mismos no aguanta más, y que las empresas formales que han venido
soportando gran parte del recaudo realmente están ahogadas y no pueden
competir en un entorno de esa naturaleza.
El país tiene que dar ese debate. El Congreso y la opinión quedaron con
plena conciencia de esa necesidad y lo importante es que se haga la
tarea con mucho juicio este año.
¿Por qué otro gravamen se puede reemplazar el impuesto al dividendo?
Eso no es un tema de dogmatismo. Desde 1986 Colombia había tenido un
esquema tributario muy razonable a la renta de las empresas. Una carga
tributaria del 33 por ciento donde se consolida la tributación del
accionista y de la empresa en la empresa con lo cual todos los impuestos
se pagaban en la empresa y lo que se le distribuía a los accionistas no
se gravaba; tengo que decir que ese era un esquema bastante bueno.
Puede haber impuesto al dividendo, ese no es el problema. Lo importante
es mirar la tributación global que se le está haciendo a las empresas.
Si estamos hablando hoy de una tributación de renta del 25 % y la
posibilidad de tener un impuesto al dividendo del 8% para llevar la
tarifa al 33% es una propuesta que se puede tener.
Lo que no puede pasar es que a partir del 2018 vamos a tener 25% de
renta, el 18 por ciento del Cree y adicionalmente poner el impuesto al
dividendo que nos puede estar llevando al 50% o 53% de las utilidades de
las empresas. Eso no es sostenible y no es competitivo y no tiene
ningún sentido.
Nos estamos engañando porque dijimos Colombia es una maravilla porque
creamos un impuesto de renta del 25% para las empresas, pero eso es
mentira porque además hay Cree, hay impuesto al patrimonio, y pues si se
quiere poner un impuesto al dividendo sin sentido, las empresas van a
decir yo no voy a producir.
¿Qué mensaje le puede dar a los pequeños inversionistas sobre este año en la bolsa, ellos qué pueden esperar?
Estos momentos de altísima volatilidad son muy desafortunados y a mucha
gente los deja perplejos sobre cosas que no pueden controlar y eso es
entendible, pero lo que hemos dicho es que en estos momentos de altísima
volatilidad es importante mantener la calma y no salir a feriar los
activos porque ya lo hemos visto en el 2008, 2010 y en el 2013, y es que
termina recuperándose en el corto plazo.
Una lección que habíamos mencionado en 2014 es la importancia de la
diversificación, creo que si hay algún mensaje que queda claro es que si
estoy en acciones del sector petróleo, puedo estar siendo más que
proporcionalmente afectado por una volatilidad de esta naturaleza a que
si estuviera en un portafolio más diversificado, pues podrían estar
mucho más protegidos.
Adicionalmente el mercado colombiano tiene herramientas de cobertura y
los intermediarios han aprendido que para asesorar a sus clientes tienen
que aprovechar las herramientas del mercado y eso le permite cubrirse
sobre el riesgo de caídas de precios como el caso de Ecopetrol, porque
todas las acciones del índice ya tienen instrumentos futuros. Hay
herramientas que permiten conformar bien el portafolio y equilibrar las
acciones.
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