Bolsa de Valores de Nueva York - Martes 17 de Marzo 2015

Wall Street vivió un día normal y, con todo y con eso, el Dow Jones perdió 128 puntos, una rutina de los tres dígitos que se ha instalado en el parqué en los últimos días, incluso en una jornada de compás de espera a los movimientos de la Reserva Federal (Fed).
Dow Jones, con sus 30 empresas de cabecera de la economía estadounidense, sigue mostrando mucha fragilidad ante la incertidumbre y, cuando ya han comenzado las reuniones de la Fed de las que se espera mañana se sepa algún detalle sobre el destino de los tipos de interés, no pudo sino flaquear ante la ausencia de noticias.
Su caída del 0,71 % es menor que las subidas y bajadas de los días anteriores, pero dobló a la del selectivo S&P 500 (un 0,34 %) y se opuso a las subidas del Nasdaq, que avanzó un 0,16 %. Ni un dólar que dejó al euro recuperar terreno en la jornada de hoy animó a los inversores.
Quizá sus nervios tienen que ver con las ganas del cambio de guardia que le toca mañana: despedirá a AT&T, una empresa que en los últimos seis meses ha perdido un 6 %, y dará la bienvenida a Apple, que en ese mismo período ha ganado un 25 %.

Pero si mañana se pronuncian las palabras “tipo de interés” en las conclusiones de la reunión presidida por Janet Yellen, todo lo demás dará igual. A juzgar por las dispares reacciones ante las políticas monetarias, cualquier decisión podrá generar subidas o bajadas.
Hoy las bajadas, cierto es, también fueron fruto de un dato negativo, aunque enmarcado en un contexto de pura lógica. La construcción de casas nuevas se hundió un 17 % en febrero, fundamentalmente por las fuertes nevadas en el nordeste y en la región del Medio Oeste. Nadie pudo hacerse el sorprendido.
Tampoco sorprendió, sino que siguió en su tónica de descenso a los precios de saldo, el barril de Texas, que hoy afinó todavía más su coletilla de “el precio más bajo de los últimos seis años” y cotizó a 43,13 dólares el barril.
Finalmente, en clave empresarial, las noticias de que la química DuPont se asociaba con una nueva empresa titulada Incubator 1776 y, sobre todo, la bajada de categoría que dieron a sus acciones desde Merril Lynch no hicieron ninguna gracia a los inversores, que optaron por deshacerse de los títulos de la compañía y, en consecuencia, se devaluaron un 3,10 % en una sola jornada.
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